jueves, 6 de julio de 2017

LA IMPORTANCIA DE LA APARIENCIA PERSONAL



 (Primera parte)


Este es un tema arduamente discutido y controversial. Algunas personas no le dan ninguna importancia porque lo ven o consideran como costumbres del pasado que esclaviza a la gente al atenerse a estrictas normas sociales. Sin embargo últimamente es algo que me ha llamado poderosamente la atención por un caso que he discutido hasta la saciedad con algunos amigos y familiares. No voy a tratar o exponer aquí ese caso por razones éticas, humanas, sin embargo quiero exponer mi punto de vista al respecto.

He estado consultando algunos artículos y ensayos sobre este asunto, y he podido comprobar con entera satisfacción que estaba en lo cierto: la apariencia personal es extremadamente importante en la vida del ser humano, hombre y mujer, de todas las edades. No importa si una persona es más o menos atractiva físicamente. Cualquiera que sea el caso, mejorar su apariencia física impacta a los demás y el “yo” interno de esa persona se eleva de modo considerable. Vestirse correctamente en la medida de las posibilidades económicas de cada cual es un elemento primordial porque los demás te perciben como te proyectas.

Vestirse mal, descuidadamente, se envía un mensaje negativo no solamente a los demás sino a ti mismo. El cerebro, al mirarte al espejo, se va adaptando a esa imagen deteriorada y con el tiempo la psiquis, el yo interno, se afectará en la misma proporción o medida.

Hay personas que les gusta vestirse de manera extravagante, existencialista, por varias razones, entre estas pudieran citarse: problemas de inadaptación social; desajustes de personalidad como rebeldía, conflictos internos, rechazo a seguir las normas o patrones establecidos; influencia nociva de los medios de comunicación; desórdenes mentales, etc.

Como hombre que soy me desagrada enormemente ver a una mujer mal vestida, desarreglada. Me pregunto muchas veces ¿cómo a una mujer no le interesa lucir bien, atractiva? Si una mujer es bonita, bien arreglada lucirá mucho mejor; y si no es tan bonita, un barniz, entre cosméticos y ciertos arreglos la harán lucir interesante, simpática, agradable.

Hoy, en estos tiempos, la apariencia personal tanto de hombres como mujeres deja mucho que desear. Lo mismo hombres que mujeres salen a la calle que parecen haber limpiado el patio o el piso de sus casas, sin el más mínimo cambio en su vestimenta. Lo mismo sucede cuando van a una tienda de ropa, a un viaje en avión, al teatro. Lo terrible de todo esto es que este comportamiento social es inducido por los medios de comunicación, enviando mensajes de personas que viven, se proyectan de modo marginal, enajenados sociales, mal vestidos, viciosos, violentos, criminales, etc. El ser humano es muy susceptible de imitar lo malo, las malas costumbres, de corromperse como se corroe hasta el acero.  La persona educada, moderada, noble, es producto de la educación que recibe, y exactamente sucede con lo contrario.

Yo me maravillo con que elegancia vestían las mujeres en las películas del oeste norteamericano, siglo XIX. Una época en la que apenas existían tiendas de ropa. Ellas, en su mayoría, se confeccionaban sus propios vestidos y aun sombreros. También los hombres de los pequeños pueblos vestían de manera elegante, incluyendo los cowboys (vaqueros) quienes usaban pañoletas de colores enlazadas al cuello. Contrariamente a los hombres y mujeres de hoy en día. El vestido, una prenda tan femenina y elegante, ha sido prácticamente substituido por el pantalón. El pantalón en las mujeres, en la época del oeste norteamericano, era visto por hombres y mujeres con desagrado y se criticaba a las mujeres que intentaban usarlos aunque fuese ocasionalmente. Las mujeres jóvenes lucen bien en pantalones, pero solo debe usarse, en mi opinión, de manera casual, deportiva, y no como una pieza de vestir para ocasiones serias. Algunos dirán: los tiempos cambian. Si, los tiempos cambian, pero debemos cambiar de manera positiva. Hay que elevar el espíritu humano y no degradarlo, convirtienedo a la persona en un ser deplorable, insensible a la belleza y al sentido común que garantice la naturaleza humana que pretendemos conservar.

martes, 10 de noviembre de 2015

COINCIDENCIAS O DESTINO (Parte V)

                                       Synchronicity

A veces no precipitarse produce buenos dividendos.  Resulta que hoy salió un artículo en el internet sobre la posible realidad de la existencia de mundos paralelos. Teoría o hipótesis ya formulada antes por varios astrónomos, pero solo era una simple suposición que era avalada únicamente por la teoría de las cuerdas que se basa en la existencia no ya de tres dimensiones sino de once. Esta última teoría se fundamenta en modelos matemáticos que corroboran la factibilidad de tal concepción del mundo en que vivimos. Claro está,  tal supuesto corresponde a la conclusión a que arribara un importante astrónomo, Ranga-Ram Chary, U.S. Plank Data Center’s Project manager in California, tras ciertas observaciones realizadas por él y sus colaboradores sobre una concentración de luz en cierta zona del universo que, según él, es 4,500 veces más brillante de lo  que debiera ser. Otros científicos se mantienen escépticos ante tal reclamo porque piensan se necesitan más observaciones y análisis de datos.
Este hecho lo traigo a colación con el objetivo de ilustrar cuan complejo es el llamado universo. Actualmente existen incontables especulaciones y pocas respuestas acerca de esto y de aquello, de la vida y la naturaleza.
Ahora, regresando al tema de este artículo: Synchronicity (término que no traduzco al español porque pudiera no ajustarse al verdadero origen y contenido de la palabra en inglés), esta teoría no puede ser explicada a través de la física clásica sino desde una perspectiva de la física quántica, y en especial a través del quantum entanglement . Es decir, una posible relación entre la mente y la materia así como también entre las mentes de la gente. Synchronicity phenomena, según Francois Martin, ph.D, del laboratorio de física teórica de la Universidad de Paris y Federico Carminati, ph.D, físico de una organización europea de la investigación nuclear, publicado en un artículo de ambos científicos titulado “Synchronicity, Quantum Information and the Psyche”,  está caracterizado por una coincidencia significativa la cual aparece entre un estado mental (subjetivo) y un evento ocurrido en el mundo exterior (objetivo).
En la física cuántica, un electrón en forma oscilatoria no estará en forma estable, fija, hasta que se realiza una medida.  El hecho de efectuar esa medida hace colapsar su estado oscilatorio anterior. El científico Francois Martin, mencionado anteriormente, ve el estado de una mente inconsciente similarmente al del electrón. La mente consciente actúa como el efecto de medición en el electrón.  La mente consciente hace colapsar la función ondulatoria de la mente inconsciente.
De acuerdo con esta teoría, apoyada por Francois Martin y Federico Carminati, el proceso cuántico ocurre en partes diferentes de la mente de una persona. Pero el proceso se extiende más allá de la mente de la persona en synchronicitic events (eventos sincronizados). Estos dos científicos creen que esta conexión entre una mente y otras pudiera ser posible a través de entanglement.
¿Y cómo dos o más personas pudieran estar entangled?
Quantum entanglement es un fenómeno en el cual pares o grupos de partículas que se han mantenido en contacto unas con otras parecen permanecer en contacto durante largas distancias. Y cuando una acción es realizada en una de las partículas, cambios correspondientes se observan en las otras. La analogía de este fenómeno en los seres humanos pudiera observarse, por ejemplo, en el continuo lazo o fusión entre niños que se convierten en adultos mientras sus padres envejecen. Esta conexión o lazo en el núcleo familiar, en el cual todos elementos se mantienen vinculados estrechamente por una constante interacción entre los miembros de esa familia como las emociones, las finanzas y las situaciones sociales que se desarrollan o tienen efecto en el seno del hogar.  
Hablando ahora de mi propia experiencia. Siempre he pensado, y así lo he expresado en diferentes medios, que “el hombre es esclavo de su educación”. Por ello cuando los miembros de una familia, empezando por la pareja, bien “educada”, es decir, los padres que han inducido sus preceptos, sus valores y hasta defectos a sus hijos, estos proseguirán, llevaran inherentes, durante largos años y aun  por siempre esos elementos, conceptos y actitudes ante los demás y la vida. Añádase a esto la herencia genética, la cual actúa como sello distintivo, definitorio. Y algunos pudieran objetar: ¿y esos hijos que son diferentes en casi todo a sus progenitores? La respuesta pudiera estar en que esos hijos fuera del contexto familiar son los electrones libres que no están asociados de ninguna manera con los demás.
Por supuesto, estos dos eminentes científicos reconocen que mayor número de investigaciones se requieren para respaldar de manera científica esta hipótesis.


Próximamente aparecerá el último artículo, VI, sobre este tema.

jueves, 22 de octubre de 2015

COINCIDENCIAS O DESTINO (Parte IV)

SYNCHRONICITY

Hoy, el mundo en que habitamos está tan materializado que solamente nos motivamos y movemos por todo aquello considerado estrictamente material.  Los jóvenes, mayormente, ven la vida a través de este lente mágico que les permite visualizar y hasta tocar si lo desean el “universo” que los rodea. El hombre es esclavo de su educación, y, en consecuencia, así actúa y percibe las cosas.  Unos son ateos y otros demasiados religiosos porque crecieron bajo una u otra influencia. Pero el ser humano no puede ser tan dogmático como para creer ciegamente en un principio, en una idea inducida en su mente. Está obligado, ante todo, a pensar, a dudar de la total veracidad de ese principio. ¿Por qué Albert Einstein y Max Planck, creadores de las Teoría de la Relatividad y Cuántica respectivamente,  fueron hombres religiosos hasta el final de sus días? Estos dos hombres revolucionaron la física y la visión del mundo y del universo.  Sin embargo, Stephen Kawking, un gran científico inglés de la época actual, víctima de la enfermedad de atrofia muscular, no parece ser religioso.  Cada uno tendrá sus razones para creer y no creer.
Ahora bien, mientras el ser humano se adentra en el extremadamente complejo universo, menos parece explicarse qué es éste realmente. Existió un científico suizo, Carl Gustav Jung, (1875-1961), médico y psicólogo, el fundador de la psicología analítica. Sus estudios han influenciado la psiquiatría, religión, filosofía, arqueología, antropología, literatura y otros campos relacionados. Él, basándose en ciertos estudios previos de otro científico, Paul Kammerer, 1919,  quien estudió coincidencia y usó el termino seriality, publicó un libro, The Law of Seriality,  y también en sus propias experiencias profesionales, creó la teoría de Synchronicity.  Una teoría creada con el propósito de hallar un vínculo entre ciencia y religión. Veamos una de las tantas definiciones de esta teoría: La ocurrencia simultánea de ciertos estados físicos con uno o más eventos externos que aparecen de manera significativa y paralelamente al estado subjetivo momentáneo.  También define esta teoría como “meaningful coincidence”, es decir, coincidencia significativa.  En otras palabras, cuando la división, la frontera, entre lo interno y externo se disuelve. Esta teoría fue considerada por algunos como la teoría de la psicología paralela a la teoría de la relatividad de Einstein.
Tratando de explicar esta teoría desde una perspectiva menos intrincada, simple, este científico infiere que cada acción que una persona ejecuta crea una resonancia en el universo. No existe un chance o una coincidencia, sino un vínculo. “Synchronicity es la teoría de la unidad”. Según la misma, nosotros estamos conectados por fuerzas desconocidas. Les trasmitimos nuestros pensamientos a otros como una telepatía. Todas las cosas y fenómenos, pasado, presente y futuro, están relacionados de alguna manera. De acuerdo con la física, la energía y materia no pueden ser creadas ni destruidas (principio de conservación de la energía).  El pensamiento es energía. Por lo tanto no puede ser destruido.
El autor de Synchronity mantuvo una estrecha relación profesional durante largos años con Albert Einstein y otro famoso físico teórico Wolfgang Pauli.  Este último fue un ferviente seguidor de la teoría de Jung.  A tal punto que él mismo formuló un principio al que llamó Efecto Pauli. Citaremos una anécdota: Es conocido que los físicos teóricos no manejaban bien o muy mal los equipos experimentales. Se cuenta que Pauli apenas entraba en un laboratorio, algo comenzaba a funcionar mal o alguna rotura se producía. Pues bien, una tarde un complicado aparato diseñado para el estudio del comportamiento de los átomos, del laboratorio de un conocido profesor, J. Franck en Göttingen , colapsó. Este profesor le escribió una carta a Jung ironizando sobre el incidente. Pocas semanas después recibió una carta respuesta de Jung, diciendo que esa tarde precisamente, él, Jung, yendo de viaje a visitar al famoso científico Bohr, el tren donde viajaba fue detenido por un tiempo en la estación de trenes de Göttingen, la ciudad del profesor J. Franck.  
En mi caso particular,  yo quería estudiar física. Pero lo único que me atraía era la física teórica, sin embargo, desistí de estudiar esta rama de la ciencia porque para poder graduarse en esta especialidad tenía que asistir y aprobar muchos cursos de laboratorio, los cuales detestaba.  Por otra parte, poseo habilidades manuales para realizar trabajos que requieren esta destreza. Una contradicción inexplicable.

Ahora, el día 21 de Octubre, publicaron un artículo en el internet, Einstein wouldn’t like it: New test proves the universe is “spooky”.  En uno de mis artículos anteriores acerca de coincidencia y destino, expuse lo que se conoce como fenómeno “entangled”, el cual establece que no importa cuán distantes estén dos partículas, ellas van a estar conectadas.  En este artículo se plantea que el universo es extraño, difícil de interpretar y predecir. 80 años atrás, los científicos catalogaron de la misma manera, desestimando, el reclamo de un científico de que la simple idea de observar una partícula pudiera instantáneamente cambiar un objeto muy distante. Científicos noruegos dijeron el mismo día, 10/21/15, que ellos han probado decisivamente que tal efecto es real. Einstein había predicho en 1935 que un efecto relacionado y previsto en la teoría cuántica era “spooky action at a distance”, o sea, una acción fantasmagórica a una distancia. Esta fenomenal verificación abre una puerta, hasta ahora cerrada para muchos, de que la teoría de Synchronicity de Carl Gustav Jung no era obra de un alucinado espiritista que veía las cosas y fenómenos a través de un prisma imaginario. Nada es tan material ni tampoco extremadamente espiritual que excluya uno del otro.