Synchronicity
A veces no
precipitarse produce buenos dividendos.
Resulta que hoy salió un artículo en el internet sobre la posible
realidad de la existencia de mundos paralelos. Teoría o hipótesis ya formulada
antes por varios astrónomos, pero solo era una simple suposición que era
avalada únicamente por la teoría de las cuerdas que se basa en la existencia no
ya de tres dimensiones sino de once. Esta última teoría se fundamenta en
modelos matemáticos que corroboran la factibilidad de tal concepción del mundo
en que vivimos. Claro está, tal supuesto
corresponde a la conclusión a que arribara un importante astrónomo, Ranga-Ram
Chary, U.S. Plank Data Center’s Project manager in California, tras ciertas
observaciones realizadas por él y sus colaboradores sobre una concentración de
luz en cierta zona del universo que, según él, es 4,500 veces más brillante de
lo que debiera ser. Otros científicos se
mantienen escépticos ante tal reclamo porque piensan se necesitan más observaciones
y análisis de datos.
Este hecho
lo traigo a colación con el objetivo de ilustrar cuan complejo es el llamado
universo. Actualmente existen incontables especulaciones y pocas respuestas
acerca de esto y de aquello, de la vida y la naturaleza.
Ahora,
regresando al tema de este artículo: Synchronicity
(término que no traduzco al español porque pudiera no ajustarse al verdadero
origen y contenido de la palabra en inglés), esta teoría no puede ser explicada
a través de la física clásica sino desde una perspectiva de la física quántica,
y en especial a través del quantum
entanglement . Es decir, una posible relación entre la mente y la
materia así como también entre las mentes de la gente. Synchronicity phenomena, según Francois Martin, ph.D, del
laboratorio de física teórica de la Universidad de Paris y Federico Carminati,
ph.D, físico de una organización europea de la investigación nuclear, publicado
en un artículo de ambos científicos titulado “Synchronicity, Quantum
Information and the Psyche”, está
caracterizado por una coincidencia significativa la cual aparece entre un
estado mental (subjetivo) y un evento ocurrido en el mundo exterior (objetivo).
En la física
cuántica, un electrón en forma oscilatoria no estará en forma estable, fija,
hasta que se realiza una medida. El
hecho de efectuar esa medida hace colapsar su estado oscilatorio anterior. El
científico Francois Martin, mencionado anteriormente, ve el estado de una mente
inconsciente similarmente al del electrón. La mente consciente actúa como el
efecto de medición en el electrón. La
mente consciente hace colapsar la función ondulatoria de la mente inconsciente.
De acuerdo
con esta teoría, apoyada por Francois Martin y Federico Carminati, el proceso cuántico
ocurre en partes diferentes de la mente de una persona. Pero el proceso se
extiende más allá de la mente de la persona en synchronicitic events (eventos sincronizados). Estos dos
científicos creen que esta conexión entre una mente y otras pudiera ser posible
a través de entanglement.
¿Y cómo
dos o más personas pudieran estar entangled?
Quantum
entanglement es un fenómeno en el cual pares o grupos de partículas que se han
mantenido en contacto unas con otras parecen permanecer en contacto durante
largas distancias. Y cuando una acción es realizada en una de las partículas,
cambios correspondientes se observan en las otras. La analogía de este fenómeno
en los seres humanos pudiera observarse, por ejemplo, en el continuo lazo o fusión
entre niños que se convierten en adultos mientras sus padres envejecen. Esta conexión
o lazo en el núcleo familiar, en el cual todos elementos se mantienen
vinculados estrechamente por una constante interacción entre los miembros de
esa familia como las emociones, las finanzas y las situaciones sociales que se
desarrollan o tienen efecto en el seno del hogar.
Hablando
ahora de mi propia experiencia. Siempre he pensado, y así lo he expresado en
diferentes medios, que “el hombre es esclavo de su educación”. Por ello cuando
los miembros de una familia, empezando por la pareja, bien “educada”, es decir,
los padres que han inducido sus preceptos, sus valores y hasta defectos a sus
hijos, estos proseguirán, llevaran inherentes, durante largos años y aun por siempre esos elementos, conceptos y actitudes
ante los demás y la vida. Añádase a esto la herencia genética, la cual actúa
como sello distintivo, definitorio. Y algunos pudieran objetar: ¿y esos hijos
que son diferentes en casi todo a sus progenitores? La respuesta pudiera estar
en que esos hijos fuera del contexto familiar son los electrones libres que no están
asociados de ninguna manera con los demás.
Por
supuesto, estos dos eminentes científicos reconocen que mayor número de
investigaciones se requieren para respaldar de manera científica esta
hipótesis.
Próximamente aparecerá el último artículo,
VI, sobre este tema.
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