¿LEGALIZAR O NO LAS DROGAS?
Éste es un tema candente y controversial. Hasta ahora, por un problema moral, la
legalización de las drogas se ha visto como un crimen de lesa humanidad, algo
descabellado e improcedente. Así también
pensaba yo hasta que los hechos fueron cambiando mi opinión.
Veamos algunas evidencias antes de emitir mi punto
de vista al respecto. En todos los
países y lugares que han declarado por decreto la llamada "ley seca”, es decir,
la prohibición de bebidas alcohólicas, ¿qué ha ocurrido? Sencillamente el caos,
el desbarajuste. La gente comienza a
fabricar sus propias bebidas alcohólicas con medios rudimentarios y con
sustancias altamente nocivas y peligrosas para la salud a corto y mediano
plazo. Estos nuevos brebajes alcohólicos son varias veces más letales que las
bebidas vendidas legalmente por productores industriales con mejores
componentes y ciertas normas de seguridad y calidad. Los productores caseros,
clandestinos, han utilizado hasta materia fecal para fabricar su producto.
Entonces partamos del hecho de que las bebidas
alcohólicas están legalizadas casi en su totalidad en el mundo. ¿Cuál es la situación actual? Solamente en EUA
se estima que el 65% de la población consume algún tipo de bebida alcohólica
con cierta frecuencia u ocasionalmente.
Esto representó más o menos, en el año 2008, $188, 000,000,000
anualmente. ¿Y en tabaco? $75,000,000,000. Es decir, ambos, entre alcohol y
tabaco, hacen un total de $263,000,000,000.
¿Cuántas muertes causa el alcohol mundialmente al
año? 2.5 millones, que comparado con la población mundial actual,
aproximadamente 7,000,000,000 de personas,
es insignificante ¿Cuántos nacimientos hay anualmente en el mundo? Cerca
de 140 millones. O sea, 2.5/140 arroja un aproximado de menos del 2%. Es decir,
se repone cada año el 98% de las personas fallecidas a causa del alcohol.
¿Y cuantas personas mueren mundialmente del
tabaco? Un aproximado de 3 millones.
Algo superior al alcohol.
Ahora analicemos las drogas ilegales. En EUA
solamente se gasta en marihuana entre 10-40 billones de dólares anualmente. Una
droga ilegal. Se consume alrededor de 22,000 toneladas métricas anualmente(48,500,000lb). ¿Y cuánto se gasta en drogas ilegales en el
mundo? Aproximadamente $360,000,000,000.
Esta cifra es un estimado porque en realidad pudiera ser mucho mayor.
De todo esto se concluye de manera evidente que la
gente consume drogas ya sean legales o ilegales. Pero, ¿por qué? La respuesta o
respuestas pueden variar desde lo sospechado hasta lo inconcebible. Unos las
consumen para enajenarse del mundo hostil en que viven; otros por puro placer,
para flotar en el aire como un pajarito o tal vez como una mosca en busca de un
cuerpo putrefacto, o quizás su propio cuerpo.
El hecho es que gran cantidad de personas las siguen consumiendo a pesar
de los billones que gastan los países en advertir a los consumidores y a potenciales
consumidores sobre los devastadores
peligros a que se exponen, así como en combatir su uso.
Por otra parte, si la gente tiende a consumir
drogas, legales o ilegales, ¿por qué entonces empeñarse en declarar algunas
drogas ilegales?
Si las drogas se legalizaran sin excepción se reduciría el crimen; se recaudaría mayor cantidad en impuestos en
beneficio de la población, perdidos al ser las ventas ilegales; se sanearía la
sociedad en mayor grado y se obtendrían otros incontables beneficios
En mi opinión, legalizando todas las drogas se
podrían vender en las farmacias para los mayores de edad con identificación; de
obligatorio cumplimiento.
Toda la cantidad inmensa de dinero gastado en
combatir las drogas ilegales, batalla perdida, se podría sumar a otra cantidad
destinada a educar a las personas desde la primaria hasta las universidades y
población en general sobre los grandes peligros que conlleva el consumo de las
drogas. Educándolos en las escuelas y a
través de una propaganda masiva y sistemática en los medios de difusión,
incluyendo el internet. Aunque la educación, por si sola, no es suficiente.
Si una persona insiste en seguir, a pesar de
todo, consumiendo drogas sabiendo con
creces a los peligros que se expone; entre ellos, de convertirse en un adicto
con pocas perspectivas de salvación,
pues ésa es su decisión, su responsabilidad. De todas maneras, se
prohíba o no, las personas propensas al consumo indiscriminado o “controlado”
de drogas, lo seguirán haciendo. Una prueba irrefutable y altamente ilustrativa
es la adicción al cigarro. Los ejemplos gráficos , horripilantes, que se
muestran en la televisión sobre las consecuencias fatales de fumar tabaco, no
son suficientes para convencer o disuadir a los que persisten en seguir
consumiendo su vida, fumando. Si se les
prohibiera el tabaco, estas personas fumarían tabaco clandestino o cualquier
otra yerba que le produjera un efecto similar, o la inventarían.
¿Existieron siempre las drogas? ¿Hubo antes el mismo
problema actual? Para responder la primera pregunta: por supuesto que sí,
siempre han existido drogas de diferentes tipos y efectos, tales como
marihuana, opio, morfina, heroína y otras más o menos conocidas.
Una breve referencia histórica:
El opio se piensa ser originario de la región mediterránea. Los primeros datos
conocidos provienen de la zona alrededor de un lago suizo, en el cuarto milenio
antes de Cristo, según excavaciones arqueológicas. Las primeras referencias escritas sobre el opio
se registraron en un texto sumerio de 5,400 años de antigüedad. La ‘planta del disfrute’(joy plant) en la parte baja de la Mesopotamia, Sumeria, Babilonia y
en Asiria aparece registrada en distintos escritos de estas regiones,
describiendo el uso medicinal del opio. La descripción de la existencia del
opio solo hace referencia a su uso medicinal, pero seguramente era consumido
como una droga para sentirse ‘high’ o alucinado. En Egipto se usaba el opio por placer como un
sedativo, y se comerciaba con Grecia y partes de la Europa actual. El opio se
consumía mayormente disuelto en bebidas como el té.
En los tiempos greco-romano, el opio fue usado en
ceremonias religiosas, contra el dolor, sedativo para dormir y por placer por
sus “atributos mágicos”.
En la India y China se proliferó, D.C, su uso con
los mismos usos de las regiones de origen, llevado a estos dos países por
comerciantes, marineros y otros.
La marihuana es oriunda, según se cree, de China.
Datos de un cuarto de milenio después de Cristo describen su uso en este país
con los mismos propósitos del opio.
Del opio se derivan otras drogas como la heroína, la
morfina y otras derivadas de éstas últimas.
Entonces, ¿por qué las drogas hoy causan tantos
problemas y no antes? Bueno, yo pienso que una posible causa era, en primer
lugar, que las drogas no se veían como la ‘fruta prohibida’; y en segundo
lugar, la forma de vida de nuestros antepasados.
Mientras más se insista en prohibir las drogas, más
se prolifera su consumo. Ésta no es la mejor forma de combatir su uso. La
imposición no convence, rebela. A nadie tampoco se convence con consejos. Es
como enfrentarse al toro sin capa ni espada. Hay que buscar las causas del mal,
y en consecuencia actuar de la manera más inteligente y eficaz posible.
Hay una obra del escritor portugués, ya fallecido,
José Saramago, Las Intermitencias de la
Muerte, que narra una extraña situación: La muerte se suprime, deja de
suceder, en un lugar o pueblo. Al principio la gente festeja enloquecida tal
acontecimiento histórico. Después, al pasar el tiempo, comienzan a surgir
problemas muy serios. De tal manera que algunos quieren morir y buscan
desesperados poder descansar de una vez…
Porque, hágase
lo que se haga, la eliminación completa del consumo de drogas no se
podrá lograr totalmente, sino parcialmente; reducir su consumo en mayor
proporción. Las drogas son partes del mal, y el mal existirá mientras exista el
bien. Una paradoja, sí; pero tan real como la existencia de la vida y la muerte. Entonces, ¿para qué insistir en
su prohibición?
Nota: vea mi próximo artículo de lo que pienso sean
las causas del consumo de narcóticos y las posibles soluciones.
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