¿ES EL
CONSUMO DE DROGAS INEVITABLE?
El ser humano es muy complejo y testarudo. De nada sirven las prohibiciones como no sea
promover un lucrativo negocio subterráneo. La pregunta que deben hacerse los sociólogos,
psicólogos, políticos y todos aquellos involucrados de una forma u otra en el
consumo de narcóticos de cualquier índole, es ¿por qué tanta gente persiste;
arriesga todo, incluyendo su propia vida, en consumir drogas? Ésta es la pregunta que todos deben hacerse y
buscar una o las respuestas adecuadas? Y
en consecuencia, una vez conocidas las verdaderas causas, buscar soluciones
reales al problema. No solamente con propaganda se ganara la batalla, sino
aplicando el verdadero antídoto al veneno.
Yo pienso que en el mundo de hoy muchas personas
buscan en las drogas un escape debido a:
1.
En primer lugar, el consumo de
drogas históricamente se ha debido fundamente a dos factores: a. Por puro
placer. Ponerse ‘high’. Es decir, buscar sensaciones superiores a las normales;
b. Escapismo. Ya sea de índole económico o psicológico. La persona trata de
evadirse de los problemas que lo agobian, sin salida aparente. Entonces
encuentra en las drogas una evasión aunque sea momentánea, y así va cayendo en
una fuerte adicción.
2.
El aislamiento en que viven las
personas, huyendo unas de otras.
3.
La falta de distracciones sanas
como a. fiestas periódicas organizadas por grupos afines o asociaciones
independientes de acuerdo a categorías
sociales u otros parámetros que los identifique y los una; b.
actividades culturales que las personas puedan afrontar monetariamente; c.
organización de ferias y actividades sanas de diversión al aire libre.
4.
La prácticamente desaparición de
las clases sociales que ha traído más problemas que soluciones, incluyendo la
extinción paulatina de la clase media. Hasta los animales e insectos mantienen
y cultivan como algo sagrado y obligatorio la división de clases. Es algo vital
en su supervivencia. No es algo producto de la conciencia, sino de la
experiencia y de la necesidad de ser o dejar de ser. La total abolición de las
clases sociales en cualquier tipo de sociedad provoca el caos y la verdadera
discriminación en contra de los ciudadanos que verdaderamente promueven el
desarrollo y embellecen la vida. Como
dice el tango argentino Cambalache:
Que el mundo fue y será
una porquería, ya lo sé.
En el quinientos seis
y en el dos mil, también.
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
barones y dublés.
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos en un merengue
y en el mismo lodo
todos manoseados.
Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor,
ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador...
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
Lo mismo un burro
que un gran profesor.
No hay aplazaos ni escalafón,
los ignorantes nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, Rey de Bastos,
caradura o polizón.
¡Qué falta de respeto,
qué atropello a la razón!
Cualquiera es un señor,
cualquiera es un ladrón...
Mezclao con Stravisky
va Don Bosco y La Mignon,
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...
Igual que en la vidriera
irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remache
ves llorar la Biblia
junto a un calefón.
Siglo veinte, cambalache
problemático y febril...
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil.
¡Dale, nomás...!
¡Dale, que va...!
¡Que allá en el Horno
nos vamo’a encontrar...!
No pienses más; sentate a un lao,
que ha nadie importa si naciste
honrao...
Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura,
o está fuera de la ley...
5.
Hay algo que ha ido minando al
mundo, en apariencia sin importancia, pero que con el tiempo va degradando al
ser humano. Me refiero a la forma, la moda descuidada, vulgar, horrible,
denigrante, en que la gente se viste actualmente. Antes se les llamaba
mataperros, payasos, pordioseros,
andrajosos, enajenados sociales, etc.
Esto ha provocado que muchas mujeres parezcan brujas, desaliñadas,
descuidadas, repulsivas. Es romper el concepto clásico del buen vestir aunque
se sea pobre. Hasta las muñecas de las niñas han cambiado su imagen. Antes era
muñecas bellísimas, hoy son adefesios, cabezonas, gordas, lo más feas posibles. Es romper el clásico concepto “burgués”, según
los liberales, de la belleza. Mientras más horribles, más acordes con los
tiempos de los liberales, de los “hippies”, de los drogadictos, de los
promotores del amor libre y de la vida desordenada y sin objetivos. ¿Qué hombre
no va a intentar evadirse, esconderse y hasta endrogarse al no encontrar una
mujer, su mujer, en la casa o en la calle que lo haga soñar y amar la vida?
Estos deformadores del ser humano moderno se odian a sí mismos y desean y
buscan a toda costa que los demás vivan como ellos, como cerdos. Cuando a una
mujer no le interesa lucir bella, atractiva al sexo opuesto, no puede sentir
amor por la vida. Su estimación propia está por el suelo, no le puede interesar
nada ni nadie. Algo similar sucede con los hombres. Un hombre que no le importe
lucir bien, elegante o al menos presentable para llamar la atención de una
mujer, deja de sentir fe en la vida, pierde toda motivación. La miseria, no
solamente es material sino mayormente espiritual, deja a la persona
completamente vulnerable a ser invadido por el virus o la larva que producirá
su descomposición y enajenación social llevándolo de la mano al consumo de las
drogas.
6.
La materialización de la sociedad.
Hoy la gente vive esclava de lo material: del celular, del televisor, del auto,
de un par de tenis o ‘sneakers’, de unos jeans rotos y desteñidos, etc. La
persona se olvida, en su totalidad, de la vida espiritual. Centra su vida
solamente en los logros y estímulos materiales.
7.
La amistad no se cultiva, se ve con
desconfianza. Las personas necesitan amigos, buenos vecinos y no delincuentes
disfrazados que amenazan y acaban con los barrios.
8.
El matrimonio es visto en muchos casos como
una reliquia histórica. Y cuando el tiempo pasa, cuando la juventud se va
esfumando, la depresión y la soledad los corroe como el salitre al hierro. Ya
no hay marcha atrás. Las drogas es la única alternativa.
9.
La libertad excesiva de los jóvenes
que enloquecen porque les llegue el día de romper el cordón umbilical que los
ata a sus padres. Quieren ser libres y vivir ‘la vida loca’. El vivir solos, antes de lo normal, sin la tutela y la guía de los padres, los convierte en fáciles víctimas de las drogas y de otras influencias tan perjudiciales o peores que los narcóticos.
10.
La violencia en la televisión, cine
y los juegos de videos. La cultura de violencia tiende a arrastrar a los
jóvenes a un estado de ansiedad irrefrenable que termina en una adicción a la
violencia, y las drogas son un medio “ideal” de vivir la violencia en forma
permanente y en grado superlativo, “high”; fuera de la realidad.
11.
El cultivo indiscriminado de la
vulgaridad, la obscenidad, la dejadez,
el mal gusto, la exaltación y el disfrute de la peor música, los peores hábitos
humanos, la miseria humana, no dejan vías de escape.
12.
La divulgación sistemática de los
peores comerciales jamás vistos en la televisión que buscan, malévola y
sistemáticamente, cambiar la forma tradicional de pensar y actuar en
detrimentos de los valores establecidos durante siglos.
13.
Una prensa liberal que divulga lo
peor de la sociedad y que aprovecha cada oportunidad para golpear o degradar
los valores históricos y positivos heredados por generaciones, educando negativamente
a los niños y a los jóvenes. [Vea mi artículo: El hombre es esclavo de su educación]. Una prensa nociva, puede
causar extremadamente más daño que todas las drogas juntas.
Tal vez
pudieran existir otros factores importantes que conducen a la degeneración del
ser humano. Recordemos que somos cuerpos orgánicos, expuestos a los gérmenes,
bacterias y virus que nos amenazan constantemente. Y además de esto, y algo de
extrema importancia, somos cuerpos
orgánicos con conciencia, con un alma dentro que pude ser más fácil de corroer,
corromper que la materia orgánica por sí sola.
Las drogas,
como dije en el artículo anterior (¿Legalizar
o no las drogas?) son imposibles de erradicar en su totalidad porque
siempre se han consumido en mayor o
menor grado debido al punto 1, antes
citado. Pero si se puede reducir considerablemente su consumo si se eliminan o
disminuyen las causas que provocan su uso indiscriminado, según se expresa en
los puntos del 2 al 13.
¿Serán todos los puntos negativos enumerados
anteriormente, a partir del punto 2, obra de la casualidad, la evolución espontánea,
o parte de una conspiración diabólica de un poderoso grupo que pretende cambiar
el curso del mundo con un propósito desapercibido por la mayoría de la gente?
Yo no quiero dar mi parecer final, lo dejo en manos del lector.